Supresión de la proteína de la leche de vaca y/o otros alérgenos alimentarios

Supresión de la proteína de la leche de vaca.

Para mamás y papás:

La mayoría de los estudios apuntan a que la supresión de la proteína de la leche de vaca es efectiva, por lo tanto desde Incolic SÍ lo aconsejamos, en los casos que sea necesario.

Para profesionales sanitarios:

La prevalencia de la alergia alimentaria está aumentando en todo el mundo, siendo la leche de vaca el alimento que produce sensibilización con más frecuencia en los lactantes, y ronda  entre el 0,5-2%; debuta en los primeros meses de vida y tiene un carácter transitorio hasta en el 80% de los casos. El alérgeno más frecuente es la caseína que representa al 80% de la proteína contenida en la leche de vaca.
Las manifestaciones clínicas más habituales son las reacciones inmediatas, con síntomas cutáneos (angioedema, urticaria, dermatitis) y digestivos (vómitos, diarrea aguda), siendo los síntomas respiratorios y sistémicos menos frecuentes. El diagnóstico de sospecha se basa en la historia clínica, que se debe confirmar con la mejoría al suprimir la leche y derivados de la alimentación y, si es posible, con la reaparición de síntomas al reintroducirlo después de un periodo variable de tiempo. Es recomendable realizar estudio alergológico en el paciente que mejora tras la supresión, para confirmar si la alergia a proteínas vacunas está o no mediada por IgE. El único tratamiento que ha demostrado ser eficaz es la dieta de supresión, que debe ser lo más estricta posible, a base de lactancia materna con dieta de exclusión de leche y derivados en la madre, o con fórmulas con proteínas lácteas extensamente hidrolizadas o con proteínas de soja. El pronóstico suele ser bueno y la mayoría tolerarán las proteínas de leche de vaca a los dos años de edad, siendo más precoz cuando se presenta de forma aislada; en cambio, en los pacientes polisensibilizados suele tardar más años en desaparecer. En el caso de no alcanzar la tolerancia, la inmunoterapia oral es una opción, pero de momento limitada a investigación.

(Pediatr Integral 2013; XVII(8): 554-563)

La mayoría de los estudios apuntan a que la supresión de la proteína de la leche de la vaca es efectivo.
Respecto a las leches artificiales: las fórmulas hidrolizadas de caseína parecen ser los más indicados.

(Lothe L, Lindberg T, Jakobsson I. Cow´s milk formula as a cause of infantile colic: A double-blind study. Pediatrics. 1982; 70:7-10.50.)

(Forsyth BW. Colic and the effect on changing formulas: a double-blind, multiple crossover study. J Pediatr. 1989; 115: 521-6)

(Hill DJ, Hudson IL, Shefield Lj, Shelton MJ, Menahem S, Hosking CS. A low allergen diet is a significant intervention in infantile colic: results of a community-based study. Allergy Clin Immunol. 1995; 96:886-92)

Sin embargo, las fórmulas de soja no tienen ninguna evidencia que apoye su uso para la prevención o el manejo del cólico infantil, tal y como nos indica el comité de experto de la Sociedad Pediátrica Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición (ESPGHAN).

En relación a la lactancia materna, no se ha demostrado que una dieta exenta de proteína de leche de vaca y otros alérgenos (incluyendo huevo, frutos secos, pescado) reduzca significativamente el cólico del bebé. De hecho, encontramos en la literatura científica opiniones contradictorias.

(Zeiger Rs, Heller S, Mellon MH, Forsythe AB, O´Connor Rd, Hamburger RN et al. Effect of combined maternal and infant food-allergen avoidance on development of atopy in early infancy: a randomized study. J Allergy Clin Immunol. 1989; 84: 72-89)

(Hatteving G, Kjellman B, Sigurs N, Bjorksten B, Kjellman NIm. Effect of maternal avoidance of eggs, cow´s milk and fish during lactation upon allergic manifestations in infants. Clin Exp Allergy. 1989; 19: 27-32)


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